La sanidad
pública incluye desde este mes dos nuevos medicamentos para personas
con cefaleas a las que no les hayan funcionado los tratamientos
convencionales.
La
aprobación de estos fármacos a nivel estatal desde el 1 de noviembre deberá ser
ahora aprobada por las comunidades autónomas y finalmente dependerá de los
hospitales, que se harán cargo del gasto, decidir quién los recibe. Porque
estas nuevas herramientas, caras como muchos fármacos innovadores, no se darán
en principio a todos los pacientes. Tanto el erenumab, comercializado por la
farmacéutica Novartis con el nombre de Aimovig, como el galcanezumab,
presentado como Emgality por Lilly, solo estarán cubiertos por la sanidad
pública para pacientes que tengan más de ocho ataques al mes y hayan probado
sin éxito tres tratamientos preventivos convencionales.
Pese a ser
una enfermedad muy frecuente y que es, según la OMS, la sexta causa de años
vividos con discapacidad en todo el mundo, los expertos consideran que no
existe conciencia sobre sus efectos y sobre las posibilidades de tratarla.
Patricia Pozo-Rosich, responsable de la Unidad de Cefalea y Dolor Craneofacial
del Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, recuerda que en un
estudio de 2007 calcularon que “solo el 25% de las personas que sufren migraña
van al médico”. A pesar de eso, la cefalea es el principal motivo de consulta
al servicio de neurología, con 14.000 al mes en España. De los que van al
médico a buscar tratamiento por primera vez, solo el 25% regresa.
La migraña es una cefalea de intensidad variada, usualmente acompañada de náuseas y sensibilidad a la luz y el sonido.
Un médico profesional puede tratarla y por lo general, se puede realizar un autodiagnóstico
Las
migrañas pueden durar años o toda la vida y suelen estar precedidas por síntomas de advertencia. Los
desencadenantes son los cambios hormonales, ciertos alimentos y bebidas,
el estrés y el ejercicio.
Las cefaleas pueden
ocasionar palpitaciones de intensidad variable en una zona en
particular. Las náuseas y la sensibilidad a la luz y el sonido también
son síntomas comunes.
Pozo-Rosich,
que participó en los ensayos de Emgality, señala que los nuevos medicamentos
son una herramienta que puede ayudar a muchos pacientes para los que no
funcionan los tratamientos actuales. “La gente con migraña es gente muy normal y quiere
llevar una vida normal. Los días que tienen migraña no pueden hacer nada, pero
el día que no tienen migraña quieren compensar. Te dicen que sufren, pero
consideran que no tienen tiempo para asociarse con otros pacientes para que se
les preste más atención. Además, no quieren verbalizarlo, porque piensan que si
dicen que son migrañosos no les van a contratar porque van a faltar más al
trabajo. El paciente no se quiere considerar enfermo”, explica la neuróloga.
Jesús Porta
Etessam, jefe de Sección del Servicio de Neurología del Hospital Clínico
Universitario San Carlos de Madrid, considera que “hay poca concientización en
torno a la migraña”. “La gente no sabe que yendo a unidades especializadas se
les puede hacer un traje a medida eligiendo los fármacos específicos para cada
caso”, continúa. “Los pacientes se quedan sorprendidos porque les cambia la
vida. Una persona que tiene dolor de cabeza 30 días al mes y de repente tiene
siete”, concluye Porta.
La aparición de los nuevos medicamentos
específicos para la migraña, que actúan sobre mecanismos biológicos conocidos,
puede también ayudar a refinar el conocimiento de la enfermedad y sus causas.
La Agencia Europea del Medicamento ya aprobó un tercer anticuerpo monoclonal
para la migraña a principios se este año, fremanezumab, y está analizando un
cuarto, eptinezumab. Las opciones para los migrañosos crecen y los
especialistas esperan que estas novedades sirvan también para que los afectados
por la enfermedad conozcan también los tratamientos más convencionales que
pueden ayudarles y hasta ahora muchos ignoran